Lo primero que recuerdo es la fragancia que tenía el Casimir Barrington cuando entre por primera vez a una tienda de telas, realmente no se cuál fue la razón. Por la cual, me gusto. Quizás todo estaba preparado para continuar el resto de mi vida disfrutando de ese buen olor, olor a hogar, tranquilidad, a algo familiar y a la vez desconocido, no lo sé.
Esta historia comienza a los 18 años cuando por primera vez empecé a trabajar y ahorrar para poder pagar la carrera de Ingles en una casa de estudios muy reconocida en Lima, para después ingresar a la UNIVERSIDAD. Comencé trabajando 4 horas diarias y terminé en 11 horas o 13 horas. Pero realmente no se sienten cuando haces algo que te gusta con pasión.
Fui vendedor récord entre 14 vendedores que duplicaban mi edad, luego administrador muy joven, realicé faenas increíbles logrando colocar una tienda con ventas muy pequeñas en la cúspide del comercio textil de tejido importado para hombres del país. Luego sin querer ya tenía más de un quinquenio de fascinación por los tejidos y diseños de gran calidad que existían en el mundo, claro que en aquel tiempo las muestras estaban totalmente fuera de mi alcance. Pero, por ahí conseguía algo para satisfacer mi curiosidad y gusto por los trajes.
Después de algunos años de trabajo y esfuerzo, logré comenzar un negocio de distribución de los principales tejidos del mundo, dando como prioridad a mi pasión. Sobre toda lógica comercial pues los precios de las telas importadas en muchos casos triplicaban a las ya existentes en Perú. Empezamos a traer Ermenegildo Zegna, Clissold Cerruti, Fintessile Soktas, Vitale Barberis, Loro Piana, entre otras fábricas, las mejores telas del mundo. Logrando importar y delegar el crédito de nuestra empresa a las demás tiendas en Lima. Con plazos que les permitiesen invertir en la apertura de las locales. Apoyando a salir adelante a nuevas empresas.
Por lo tanto, formando un nuevo mercado de tejido fino importado que existe hasta el día de hoy. Casa España, sastrería Arbildo, Len Rodridge, Trajes Fontenla, Confecciones Roberts, el Triunfador, entre otras tiendas. Al mismo tiempo que el mercado se renovaba de colores y diseños, se creó una buena competencia entre las tiendas, las mismas que mejoraban día a día su nivel de sastrería a medida.
Hoy en día podemos encontrar a más de 30 locales que ofrecen telas y confecciones con marcas europeas y cuyo trabajo en sastrería no tiene nada que envidiar a los mejores sastres del mundo.
¿Sabían que en Lima hay más de 2000 sastres? lo mismo ocurrió con la camisería a medida, con las telas nacionales e importadas. Debemos comentar que nuestra empresa de sastrería a medida ha asimilado el mayor conocimiento posible recabado en múltiples viajes a Milán y visitas al taller de Brioni, los sastres de mayor prestigio del mundo. Los acabados que tienen nuestros sacos y pantalones hoy en día son realmente increíbles, logrando capturar clientes de todo el mundo.
Tenemos que destacar que las telas de la prestigiosa marca de Ermenegildo Zegna son exclusivas de nuestra compañía donde las hacemos a medida para muchos clientes de Lima y el Mundo. Aunque estas líneas son importantes, a mis 50 años creo firmemente que pronto nuestra historia tendrá capítulos inigualables, y que como fue con el boom de la comida, también Perú tendrá un gran prestigio por la calidad de la sastrería en el mundo y se dirá que un traje made in Perú es de los mejores del mundo. Realmente trabajamos cada día para lograrlo. Invito a que aprecien nuestro trabajo, que ya ha sido catalogado por los mejores sastres de Italia como el mejor trabajo del mundo…
Lavalliere, arte hecho a medida. Luis Carlos Cárdenas.